Columpios
Saben me gustan los columpios, y no es producto de una regresión infantil créanme. Esa sensación de no estar tocando el suelo, sensación ni tan siquiera asequible a un intenso ejercicio mental, por mucha meditación budista que haga uno. De acuerdo, es esta una opinión una tanto vana, quizás ridícula, pero ahí está Columpiarme es un modesto modo de redención de mí, en ocasiones, enojosa vida cotidiana.
Créanme de vez en cuando conviene abandonar este pragmatismo obsesivo. El columpio es un modo de volver a la naturaleza, a las particularidades, a las agitaciones y flujos emocionales, desterrar las jodidas consecuencias de los hechos y los hechos mismos, desertar de lo utilitario.
Lástima que uno tenga en algún momento que bajarse del columpio, siempre acaba uno por bajarse, siempre, por mucho que uno lo prolongue.
Aún y todo pruébenlo, siempre resulta más terapéutico, incluso más módico, que otros mecanismos de evasión, y sin efectos secundarios.
[[[ Escrito mientras suena One World de Kauf & Jou ]]]
Lei...
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Leire -