Tormentas existenciales
Las tormentas son uno de los fenómenos más espectaculares y sin embargo más repetidos en mi insípida vida.
Las tormentas existenciales, a diferencia de las atmosféricas, me asolan cuando las cansinas rutinas de mi anodina existencia originan por acumulación corrientes de melancolía que se condensan en forma de nubes de desmoronamiento, a diferencia de mis transitorias alegrías, la corriente ascendente de melancolía no se para y crece rápidamente.
Dentro de ella se generan grandes lágrimas, lo bueno de éstas es que caen en forma de precipitación intensa hasta la desaparición plena de la nube melancólica.
Y ya saben el final: después de la tormenta siempre sale el sol. Pero soy tan jodidamente amargado que me pongo gafas, me deslumbra la felicidad que le vamos a hacer.
Las tormentas existenciales, a diferencia de las atmosféricas, me asolan cuando las cansinas rutinas de mi anodina existencia originan por acumulación corrientes de melancolía que se condensan en forma de nubes de desmoronamiento, a diferencia de mis transitorias alegrías, la corriente ascendente de melancolía no se para y crece rápidamente.
Dentro de ella se generan grandes lágrimas, lo bueno de éstas es que caen en forma de precipitación intensa hasta la desaparición plena de la nube melancólica.
Y ya saben el final: después de la tormenta siempre sale el sol. Pero soy tan jodidamente amargado que me pongo gafas, me deslumbra la felicidad que le vamos a hacer.
Imagen: [[[Tormenta existencial en Gaztelugatxe]]].
1 comentario
SrtaCoco -