No tenía más remedio...lo juro
Saben, hoy he estado en varios supermercados, ya saben esas grandes superficies en las que metabolizamos nuestras frustraciones a base de consumir productos que NO son, sin duda, de primera necesidad. Freud seguramente hubiera hecho una interpretación más correcta del consumismo pero aquí queda la mía.
Lo triste no está precisamente en esto último (es decir en la generación de necesidades, superfluas por otra parte) o en que somos nosotros también objetos de mercado, quizás lo triste es que e de reconocer que me pirran las grandes superficies. Pues si señores estoy alienado por las grandes multinacionales y por el consumismo de masas...
A pesar de los irrisorios sueldos de este país, las grandes superficies siempre están a rebosar, quizás esto me hace plantearme la artificialidad de nuestras vidas como consumidores. Seamos sinceros, a caso no todos esperamos a recibir la nómina para gastar...
Creemos, con ingenuidad, que las grandes superficies promueven el ahorro familiar, sin embargo hagamos las cuentas. Una mentira más
La obesidad, las deudas bancarias, la degradación ambiental son los síntomas.
Yo soy el mejor ejemplo de dócil consumidor capitalista, cuando compro un producto, a ser posible novedoso (me pirran las nuevas tecnologías, díganselo a mi cuenta corriente) me produce una sensación de placer (no me digan que no, yo al menos lo reconozco, a pesar de las suspicacias que pueda generar mi sinceridad), pero lo jodido de la cuestión es que esa sacudida placentera se me desvanece en el tiempo, y qué hago: generarme una nueva ilusión consumidora
Poderosas son las ilusiones, poderosas son.
Sé que este es un tema tópico, un tanto previsible; pero créanme estoy tan agotado que deseaba resarcirme. En mucho tiempo no pienso volver...bueno quizás mañana deba ir, compréndanme se me olvidaron comprar unas cuantas cosas...
Lo triste no está precisamente en esto último (es decir en la generación de necesidades, superfluas por otra parte) o en que somos nosotros también objetos de mercado, quizás lo triste es que e de reconocer que me pirran las grandes superficies. Pues si señores estoy alienado por las grandes multinacionales y por el consumismo de masas...
A pesar de los irrisorios sueldos de este país, las grandes superficies siempre están a rebosar, quizás esto me hace plantearme la artificialidad de nuestras vidas como consumidores. Seamos sinceros, a caso no todos esperamos a recibir la nómina para gastar...
Creemos, con ingenuidad, que las grandes superficies promueven el ahorro familiar, sin embargo hagamos las cuentas. Una mentira más
La obesidad, las deudas bancarias, la degradación ambiental son los síntomas.
Yo soy el mejor ejemplo de dócil consumidor capitalista, cuando compro un producto, a ser posible novedoso (me pirran las nuevas tecnologías, díganselo a mi cuenta corriente) me produce una sensación de placer (no me digan que no, yo al menos lo reconozco, a pesar de las suspicacias que pueda generar mi sinceridad), pero lo jodido de la cuestión es que esa sacudida placentera se me desvanece en el tiempo, y qué hago: generarme una nueva ilusión consumidora
Poderosas son las ilusiones, poderosas son.
Sé que este es un tema tópico, un tanto previsible; pero créanme estoy tan agotado que deseaba resarcirme. En mucho tiempo no pienso volver...bueno quizás mañana deba ir, compréndanme se me olvidaron comprar unas cuantas cosas...
2 comentarios
SeñoritaCoco (2ª parte) -
SeñoritaCoco -