Olimpia
No digo nada nuevo si afirmo que este es un país básicamente de catetos y chovinistas baratos. Yo en mi línea cínica
y es que hay cosas que nunca cambian.
Y para muestra un botón. No sé si se habrán fijado en los comentarios de los periodistas durante las retrasmisiones deportivas de las presentes olimpiadas. En fin, incluso ante la evidencia del patético fracaso del equipo español se empeñan en ensalzarlo, pero todo sea por practicar ese deporte que es la demagogia patriótica, aquí señores no gana nadie a España, ni tan siquiera el mismísimo Imperio.
Detrás de ello está, claro está, el altivo interés de no poner en evidencia la patética realidad patria y la ineficacia más incuestionable de las políticas en pro del fomento del deporte y la cultura deportiva (siempre irrisorias, aquí todo lo que sea gastar en algo que no produzca bienes financieros na nai de la China).
No obstante esto no justifica a la prensa deportiva, que en este país siempre ha dejado mucho que desear, pero que se podía esperar de un país cuyo libro de cabecera de sus habitantes es el Marca (con todos mis respetos a este patriótico medio que destila madridismo por los cuatro costados, además de abundantes faltas ortográficas ). Seguramente es lo más extenso que han leído muchos, y oyes en su derecho están, que le vamos a hacer
Por favor desde aquí os lo digo comentaristas deportivos: no somos ciegos, no intenten convertir la patética participación española en la más fatua de las intervenciones deportivas posibles, por favor la arrogancia patriotera destila un hedor nauseabundo. Eso de vendernos los diplomas olímpicos como coronas de olivos no hay quien se lo trague.
Seguro que estamos siendo objeto de mofa de los dioses de Olimpia. Que vergüenza oyes, que vergüenza...
Y para muestra un botón. No sé si se habrán fijado en los comentarios de los periodistas durante las retrasmisiones deportivas de las presentes olimpiadas. En fin, incluso ante la evidencia del patético fracaso del equipo español se empeñan en ensalzarlo, pero todo sea por practicar ese deporte que es la demagogia patriótica, aquí señores no gana nadie a España, ni tan siquiera el mismísimo Imperio.
Detrás de ello está, claro está, el altivo interés de no poner en evidencia la patética realidad patria y la ineficacia más incuestionable de las políticas en pro del fomento del deporte y la cultura deportiva (siempre irrisorias, aquí todo lo que sea gastar en algo que no produzca bienes financieros na nai de la China).
No obstante esto no justifica a la prensa deportiva, que en este país siempre ha dejado mucho que desear, pero que se podía esperar de un país cuyo libro de cabecera de sus habitantes es el Marca (con todos mis respetos a este patriótico medio que destila madridismo por los cuatro costados, además de abundantes faltas ortográficas ). Seguramente es lo más extenso que han leído muchos, y oyes en su derecho están, que le vamos a hacer
Por favor desde aquí os lo digo comentaristas deportivos: no somos ciegos, no intenten convertir la patética participación española en la más fatua de las intervenciones deportivas posibles, por favor la arrogancia patriotera destila un hedor nauseabundo. Eso de vendernos los diplomas olímpicos como coronas de olivos no hay quien se lo trague.
Seguro que estamos siendo objeto de mofa de los dioses de Olimpia. Que vergüenza oyes, que vergüenza...
2 comentarios
Simplemente... pasaba por aquí -
Raquel -
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Gracias :)